¿Qué es lo real el cambio o la permanencia?

En esta entrada voy a hablar sobre qué es lo real, el cambio o la permanencia.

Para empezar con este plateamiento, comencemos situándonos y planteándonos la siguiente pregunta, ¿seguimos siendo los mismos que hace cinco años?

En primer lugar voy a dar mi opinión acerca de esto. Desde mi punto de vista, las personas cambian con el paso de los años, tanto física como psicológicamente, ya que tenemos más experiencias, hemos cometido errores que nos han hecho aprender cosas, hemos conocido a gente que nos ha transmitido cosas que nosotros no sabíamos... Obviamente, puede que sigamos teniendo los mismos ideales que tenemos desde que somos pequeños, pero seguro que son más "profesionales" y perfeccionistas. Sinceramente, me es bastante difícil explicar y plasmar en un texto todo lo que pienso sobre este tema, ya que, sin ir más lejos, yo misma he cambiado en muchos sentidos mi forma de ser. Creo que todos nacemos con defectos, que nadie es perfecto, ni mucho menos, pero que con el transcurrir de los años puedes ir perfeccionando todos tus puntos débiles, convirtiendote poco a poco en alguien mejor que quiere llegar a ser, algún día, una buena persona, y lo más perfecto que se pueda. Por lo tanto, yo pienso que las personas cambiamos, empeoramos o mejoramos, pero de una forma difícil de ver y de explicar seguimos siendo los mismos.

Por otro lado, dos filósofos presocráticos monistas, ofrecen una reflexión filosófica sobre todo esto muy interesante, ellos son Heráclito y Parménides, cada uno piesa de diferente forma.
Empecemos hablando de Parménides, este filósofo dice que la cuestión esta en "el Ser es y el no ser no es". Él dice que el cambio es aparente, por lo tanto, el está de acuerdo en pensar que las cosas no cambian, el ejemplo que nos presenta el libro nos ayuda a ver esto, una semilla se trasforma en árbol, por lo tanto deja de haber semilla, es decir, se ha convertido en nada. Este monista piensa que no hay cambio en las cosas, que las cosas dejan de ser o siguen siendo, pero no cambian.
Y, por última parte, Heráclito, piensa lo contrario, él dice que todo cambia, como por ejemplo un río por el que fluye el agua, al hacer esto, el río no es el mismo río, ya que su agua cambia cada segundo, por lo que, este hombre, se plantea si en realidad sigue estando el río. Aplicando este ejemplo a la vida real, podemos apreciar que las cosas cambian, e incluso a veces parece que dejan de ser ellas mismas.